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Archive for the ‘Crianza y Educación’ Category

Publicación original de MenteLibre

Los cachetes sí perjudican la salud: sí está científicamente demostrado.

Los cachetes sí perjudican la salud: sí está científicamente demostrado.Aún hoy en día, y a pesar de que en muchos países del mundo están prohibidos por sus claros perjuicios físicos y mentales para los niños, muchos padres siguen justificando el cachete como método educativo.
Resulta curioso, pero una de las escusas más utilizadas para seguir pegando, es el argumentar que no está científicamente demostrado que el cachete sea dañino para los niños. Para muestra de las falacias que llegan a alegar, este testimonio que recogió Ramón Soler en su excelente serie de artículos  Ciencia y expertos: Excusas para pegar a mi hijo (IV)
“No estoy para nada de acuerdo con que un cachete puntual sea un acto de violencia. Y eso no significa no respetarles ni considerarlos subhumanos. me gustaría ver en qué datos se basan los estudios que descartan el cachete y también me gustaría saber si alguien se ha molestado en estudiar si los niños criados con “diálogo” son mejores personas que los que han sufrido el terrible trauma del cachete (y no mezclemos el maltrato, que es otra cosa).”

Sin embargo, sí que está demostrado científicamente que los cachetes perjudican muy seriamente la salud y no sólo la de los niños que son ahora, sino que también, la de los adultos que serán mañana.

Existen cientos de artículos que lo demuestran y de hecho, en febrero pasado se publicó un macroestudio de dos expertos canadienses en desarrollo infantil en el que concluyeron, tras examinar dos décadas de investigación sobre el tema, que el castigo físico plantea riesgos graves para el desarrollo a largo plazo de un niño.

Joan Durrant, psicóloga infantil y profesora de ciencias sociales de la familia en la Universidad de Manitoba y Ron Ensom, que en el momento del estudio era trabajador social del Hospital Pediátrico del Este de Ontario en Ottawa, señalaron que se podría decir que sin excepción, el castigo físico se asocia con mayores niveles de agresión contra los padres, los hermanos, los pares y los cónyuges. De hecho, los niños que reciben azotes tienden a volverse más agresivos con el tiempo que los que no son maltratados.

Además, los autores informaron de que a largo plazo, el castigo físico se relaciona con graves problemas de salud mental, como adicciones, depresión o ansiedad.

Por otra parte, estudios recientes realizados con neuroimágenes muestran que el castigo corporal podría alterar partes del cerebro que se relacionan con el rendimiento en pruebas de coeficiente intelectual y aumentar la vulnerabilidad a la dependencia de las drogas o el alcohol.

El maltrato físico y psicológico contra los niños supone una verdadera lacra social contra la que debemos luchar todos. Aunque muchos padres no lo quieran admitir, según un estudio de 2010 de la Universidad de Carolina del Norte casi el 80 por ciento de los niños de preescolar de EE. UU. reciben cachetes, los azotes resultan muy perjudiciales para la salud de los niños a corto y a largo plazo. Toda violencia es deplorable y más aún cuando va dirigida hacia los más débiles y desprotegidos física y psicológicamente, como decía Ramón Soler en su artículo: “Aparte de un abuso desequilibrado de poder del adulto sobre el niño, el cachete conlleva un desprecio y una falta de respeto hacia una persona que no puede defenderse”.

Por cierto, la solución a los cachetes tampoco debe pasar por el conductismo basado en premios y castigos, como insinúa una psicóloga en el artículo de Medline.

El 25 de abril se celebró el Día Internacional Contra el Maltrato Infantil. Maltratar a un bebé, a un niño, es el acto más vil que se pueda cometer. Todos debemos luchar para evitar todo tipo de maltrato infantil. Todos podemos educar en la paz, la cooperación y la integridad, sólo tenemos que estar dispuestos a romper con nuestros viejos esquemas.

La felicidad de los niños es el verdadero bien de la humanidad.

Más información:

Ciencia y expertos: Excusas para pegar a mi hijo (IV)

Excusas para pegar a mi hijo (I)

Lenguaje y comunicación. Excusas para pegar a mi hijo (II)

Permisividad y respeto: Excusas para pegar a mi hijo (III).

-Physical Punishment of Children Potentially Harmful to Their Long-Term Development

http://www.sciencedaily.com/releases/2012/02/120206122447.htm

-Las nalgadas hacen que los niños tengan problemas, advierten los expertos

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_121622.html

-Joan Durrant and Ron Ensom. Physical punishment of children: lessons from 20 years of research. CMAJ, 2012 DOI: 10.1503/cmaj.101314

Texto: Elena Mayorga

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PEQUEANDO | La práctica del colecho con recién nacidos
Artículo original de El Mundo Salud, 17/03/2013

Dormir con nuestros bebés

ColechoExisten pautas que garantizan un colecho seguro. | Gtres

  • No hay una postura unánime en el colectivo sanitario sobre el colecho
  • Favorece la lactancia materna pero no está exento de riesgos

«Esto era lo habitual en Europa hasta el siglo XIX, pero a partir de entonces los cambios sociológicos y la disposición de viviendas más grandes favorecieron que el bebé durmiera de forma independiente«, recuerda la doctora María Aparicio, de la Asociación Española de Pediatría, quien sí percibe que actualmente cada vez más parejas prefieren dormir con sus pequeños en la misma cama en línea con las ideas defendidas por los partidarios de la crianza con apego o las asociaciones pro-lactancia materna.

Los primeros argumentan que ayuda a que se establezca un vínculo emocional fuerte entre padres e hijos -y en consecuencia, que estos tengan relaciones seguras y empáticas en la edad adulta-; y los segundos, que de esta forma la madre tiene más facilidades para dar el pecho y la lactancia se prolonga durante más tiempo.

Frente a ellos, explica esta pediatra, se posicionan los detractores de colecho también armados con razones de peso para que se evite: puede aumentar el riesgo de muerte súbita o asfixia, crear problemas de sueño en edades posteriores, dificultar la independencia de los niños e interferir en la relación personal de la pareja.

Discrepancias entre los pediatras

Esta división quedó de manifiesto el año pasado en las propias páginas de la revista oficial de la Asociación Española de Pediatría Atención Primaria. En uno de los escasos artículos [LÉALO ÍNTEGRO] publicados sobre el tema, un grupo de especialistas exponía sus argumentos para recomendar el colecho, una práctica que permanece «oculta» en España por «el temor de los padres a juicios de valor por parte de los sanitarios». Sí existen cifras de otros países europeos, como Reino Unido, donde la mitad de los neonatos y la quinta parte de los lactantes pasan cierto tiempo de la noche en la cama de los padres. En Irlanda es el 21%, en Alemania el 23% y en Italia el 24%.

La Asociación Española de Pediatría subraya que no se puede garantizar que el colecho sea una ‘práctica segura’ pero tampoco está ‘contraindicada’

Para los autores, lejos de esconderse, el colecho debería incentivarse porque de esta manera «el lactante se despierta con más facilidad y más a menudo, acortando la fase de sueño profundo, lo que le protege frente a la rarísima muerte súbita del lactante» y su posición, «con su cuerpo y cara orientada hacia el cuerpo materno» le ayuda a «mamar más a menudo para lograr consuelo y alimento».

El principal peligro al que se refieren las instituciones y sociedades pediátricas que no aconsejan la práctica de colecho bajo ninguna circunstancia, entre ellas el Grupo de Trabajo para el Estudio y Prevención de la Muerte Súbita Infantil de la Asociación Española de Pediatría (AEP), es la posible relación del colecho con el síndrome que provoca de forma repentina la parada respiratoria del lactante (SMSL) .

Los pediatras que recomiendan a los padres compartir colchón con su bebé niegan este extremo y advierten de que se ha convertido el colecho en factor de riesgo en sí mismo «dejando de lado circunstancias que también afectan a los que duermen separados de sus padres, como el tipo de lactancia, la posición del niño en la cama o el tipo de superficie, y otros como la obesidad de los padres o el consumo de sustancias adictivas (tabaco, alcohol, medicamentos y drogas de abuso)».

Desde las mismas páginas de la revista Pediatría Atención Primaria, un grupo de pediatras mostró el punto de vista contrario tres meses después a la publicación del artículo anterior [LÉALA LA RESPUESTA ÍNTEGRA]. A juicio de estos especialistas esta práctica «no se debe a factores culturales ni a recomendaciones médicas, sino a un colecho reactivo ocasionado por trastornos del sueño». Su argumento de peso para rechazarla es el riesgo que a su juicio supone para la seguridad del bebé.

Una ‘opción personal’

«Nosotros percibimos que el niño necesitaba un extra de afecto y calor porque no pesó mucho al nacer»

Miriam Sanz, durmió con su bebé recién nacida.

Y ante posiciones tan enfrentadas, María Aparicio aporta un punto de vista clarificador. Con los escasos estudios rigurosos que existen, no se puede garantizar que el colecho sea una «práctica segura», subraya, pero tampoco que está «contraindicada».

¿Qué se aconseja entonces a los padres? La Asociación Española de Pediatría apunta que la forma de dormir más segura para los lactantes menores de seis meses es que sean colocados en cunas cerca de la cama de sus progenitores. No obstante, sí entiende el colecho como «una práctica que favorece la lactancia materna y una relación más estrecha con la madre, aunque hasta el momento no se ha podido demostrar que la lactancia materna sea un factor protector del SMSL ‘Síndrome de Muerte Súbita del lactante». En definitiva, «el colecho es una opción personal«.

Foto: GTRESFoto: GTRES

A Miriam Sanz, de 32 años, le recomendó el colecho su matrona durante «todas las clases» de preparación al parto y le dio información para practicarlo de forma segura. A finales de agosto de 2011 dio a luz a su pequeña y durante los tres días que permanecieron en el hospital madrileño de La Paz durmieron juntas en la cama. Los profesionales que le atendieron después del parto se mantuvieron al margen de su decisión y no se manifestaron «ni a favor ni en contra del colecho».

Una vez en casa, mantuvo a su bebé en la cama de matrimonio por la noche las dos primeras semanas aproximadamente, «esta vez también con el papá», recuerda esta ingeniera aeronáutica. «Nosotros percibimos que el niño lo necesitaba, porque no pesó mucho al nacer y daba la sensación de que necesitaba un extra de calor y afecto. Además te da seguridad tenerlo tan cerca porque notas aún más cualquier cosa que necesite», explica al preguntarle por qué ella y su pareja decidieron practicar colecho. Aunque no es el caso de Miriam Sanz, gran parte de las madres que recurre al colecho lo hace porque le resulta cómodo amamantar a su bebé.

‘Dormir con los hijos les aporta seguridad y tranquilidad, pero las madres pueden quedarse dormidas. No hay que asumir riesgos’

Raquel P, pediatra y madre de dos bebés.

Raquel P. es pediatra y madre de Miguel, de dos años y medio y de Raquel, que cumplirá su primer año el próximo 19 de marzo. Comparte con Miriam que dormir con los bebés es una sensación «maravillosa» que les aporta «seguridad» y «tranquilidad» y les hace sentirse «queridos», pero ella no lo practicó nunca cuando sus hijos eran recién nacidos ni lo recomendaría como especialista por los peligros que conlleva. «Las madres están agotadas en los primeros meses de postparto y pueden quedarse dormidas y que se produzcan aplastamientos o caídas«, explica recordando algunos casos de los que ha tenido conocimiento durante su experiencia aunque «sin repercusiones importantes». En la clínica privada de Madrid donde trabaja actualmente sí trata de fomentar la lactancia materna pero no aconseja el colecho a las madres.

Colecho seguro

[foto de la noticia]

Tanto unos como otros especialistas, a favor o en contra, coinciden en la necesidad de que los padres reciban la información más completa posible para evitar situaciones de riesgo. Si usted opta por compartir el colchón con su bebé, debe tener siempre en cuenta una serie de pautas para garantizar un colecho seguro, como subraya UNICEF en este folleto divulgativo (en inglés).

Evitar conductas que puedan conllevar riesgos en las 24 horas anteriores a practicar colecho, como el consumo de tabaco, alcohol -más de dos cervezas, un vaso de vino o un vaso de bebida espirituosa- o drogas o medicación sedante.

Nunca se debe producir el colecho en un sofá o colchones de agua. Ni tampoco debe darse de comer o tranquilizar al bebé en un sillón donde el adulto pueda quedarse dormido con él en brazos.

El bebé no debe dormir con otras personas que no sean los padres, hermanos incluidos. Y si en algún momento se da esta última circunstancia, el adulto debe dormir entre el niño y el bebé.

No comparta la cama con su hijo en caso de sufrir alguna enfermedad o sentir un intenso cansancio que afecte a su capacidad para cuidarle.

– Se debe evitar el colecho en caso de obesidad mórbida de algunos de los progenitores

– Es preferible no practicar el colecho durante los primeros meses con bebés prematuros.

No dejar a los bebés solos en la cama.

Los dos padres deben saber siempre que el pequeño está en la cama.

Nunca deje que una mascota duerma en la cama con el bebé.

Posición durante la lactancia: De forma natural las madres que amamantan a sus hijos se colocan cara a cara a su bebé y protegiéndole con su cuerpo de posibles caídas.

Otros factores que aumentan el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante:

-Ausencia de lactancia materna exclusiva
-Posición del bebé boca abajo durante el sueño
-Arropamiento excesivo del bebé
-Uso de almohadas, cojines o edredones
-Habitación con una temperatura excesivamente alta

Si se da alguna de estas situaciones de riesgo, se recomienda como alternativa al colecho colocar la cuna del bebé cerca de la cama de los padres y si es posible recurrir a la ‘tipo sidecar’ , que permite al bebé dormir sobre el colchón de su cuna al mismo nivel de la cama de los padres, sin que baranda alguna les separe.

¿Y hasta qué edad se recomienda el colecho? «Puede durar hasta que los padres decidan» y en general, precisa María Aparicio, «el consejo es que sea una opción de los padres -que deciden que el niño duerma con ellos como una opción educativa- pero no una respuesta a un comportamiento del niño -que se produce porque el niño se mete en la cama de los padres porque quiere y a los padres les da pereza levantarse para llevar al niño a su cuna-.

«Pasado el año», explica el pediatra Carlos González, autor de varios libros sobre lactancia y crianza con apego, «la muerte súbita es, por definición, imposible» y en su opinión, no hay ningún motivo médico para recomendar sacar al niño de la cama a una determinada edad; no existe una edad máxima. No hay ningún peligro en que un niño de cinco, diez o 15 años duerma con sus padres. Es una cuestión estrictamente privada, en que los médicos no pueden dar consejos».

Y lo resume de la siguiente forma: «Básicamente, los bebés y niños pueden dormir en tres lugares: en la cama de sus padres; en la misma habitación, pero en su propia cuna o cama o en otra habitación distinta. Estas tres posibilidades se pueden mezclar y combinar en la misma noche o en distintas noches. Lo importante es que los padres sepan que tienen derecho a elegir el arreglo que mejor les funcione, y a cambiarlo cuando les deje de funcionar».

 

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La plaza de un jefe de Servicio de Pediatría con 36 años de experiencia perdida por el “desamor” de su nueva dirección.

El Dr. José María Paricio Talayero ha trabajado en la sanidad pública los últimos 36 años. Ganó por oposición una plaza de adjunto de Pediatría en el Hospital Francesc de Borja de Gandia en 1979 y posteriormente, ganó por oposición la jefatura de servicio de Pediatría en el Hospital Marina Alta de Denia, plaza que revalidó con éxito en dos ocasiones.

El servicio en el que el Dr. Paricio trabaja goza de índices de satisfacción entre sus usuarios cercanos al 100%, su prestigio entre los colegas de profesión es inmejorable y es grande el cariño y la admiración que se le tiene desde los grupos de apoyo a la lactancia materna y a los derechos de los niños hospitalizados por su total disponibilidad y entrega.

Hace cuatro años La Conselleria de Sanitat de la Comunidad Valenciana, decidió ceder la gestión de su departamento a una empresa privada, Marina Salud, que olvida las oposiciones y reválidas de su plaza y le ofrece como única alternativa que solicite una excedencia de su plaza y acepte un contrato laboral nuevo. La plaza de este médico ha desaparecido sin prevenir de ello al interesado y además ahora le comunican que prescinden de sus servicios, no por una mala gestión o malos indicadores, o por una baja satisfacción de los usuarios, sino, como han alegado, por una “falta de confianza”, algo como el “amor y el desamor”.

Se ha extendido toda una red de apoyo entre colegas, usuarios desu comarca, de otras comunidades e incluso a nivel internacional, para arropar a este profesional que ha sido siempre un defensor de la lactancia materna, la no separación de los bebés y su madres en el nacimiento, las unidades de neonatos con puertas abiertas 24 horas para los padres y los derechos de los niños en el ámbito hospitalario.

Pese a su nombre y su profesionalidad, su indefensión es tal que, de no ser por el apoyo recibido, ahora mismo se encontraría sin empleo. La dirección del hospital no sabe qué hacer ante el apoyo incondicional que el Dr. Paricio está recibiendo, por lo que han suspendido temporalmente su despido y se encuentra en una situación de absoluta incertidumbre ante su futuro profesional.El atropello es tan vil y la actuación de la administración tan irresponsable que no solo nos dolemos por su caso personal tan flagrante sino que además pensamos en cuántos casos similares habrá en este país nuestro y qué va a suceder con los puestos de trabajo de los profesionales sanitarios.

Han sido innumerables las muestras de apoyo recibidas, las referencias a su caso en blogs de todo tipo y solicitamos que su caso se de a conocer para intentar restituir sus derechos. Se están enviando quejas y peticiones a la Conselleria , al Síndic de Greuges y a otras Instituciones(1.000 cartas enviadas) y se están recogiendo firmas para solicitar su readmisión (cercanas ya a 12.000).

Toda una vida al servicio de la Pediatría.

El Dr. José María Paricio ha sido premiado por la Asociación Española de Pediatría en17 trabajos de investigación. Coordinó la acreditación IHAN de Unicef-OMS para el hospital Marina Alta de Denia, en 1998. Fue el creador del “Concurso fotográfico de Lactancia Materna del Hospital Marina Alta de Denia”. Es el Responsable de la página de compatibilidad de la lactancia con medicamentos, productos alternativos, tóxicos y enfermedades www.e-lactancia.org así como de la página de divulgación cultural de lactancia www.telasmos.org

Tiene publicados 46 artículos con temas clínicos, epidemiológicos,de lactancia y gestión sanitaria en pediatría, en revistas científicas nacionalese internaciones. Ha sido docente enmás de 80 cursos organizados por diversas entidades. Sólo en 2011, participócomo docente en 21 cursos y congresos. Ha realizado un total de 27 ponencias en congresos y reuniones nacionales einternacionales; en diez de ellas, el tema expuesto tuvo que ver con lalactancia materna.

Es, entre otros, Miembro de la Comisión de Investigacióndel Hospital Marina Alta de Denia desde 1992. Miembro de la Asociación Española de Pediatría desde1980. Miembro del Comité de lactancia maternade la Asociación Española de Pediatría desde 2000. Participó en el grupo detrabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre Atención al Parto Normal y fuepresidente del comité de ética del VI Congreso Español de Lactancia Materna,por nombrar tan sólo algunas de sus aportaciones.

A continuación detallamos un listado completo de la plataforma deapoyo al Dr. José María Paricio:

Recogida de firmas de Actuable:http://actuable.es/peticiones/en-apoyo-al-dr-jose-maria-paricio-hospital-den

Página de apoyo en Facebook:

https://www.facebook.com/groups/114083272048566/

Carta al Síndic de Greuges, por el Dr. J.M. Paricio:

https://www.facebook.com/groups/114083272048566/doc/122689147854645/ 

Recopilación de algunos de los blogs y webs que se han hecho eco de la noticia y apoyan al Dr. Paricio:

•Ecomadreshttp://ecomadres.wordpress.com/2012/01/27/s-o-s-el-padre-de-e-lactancia-se-va-al-paro/

.Unamaternidad diferente http://maternidaddiferente.blogspot.com/2012/01/apoyo-al-jose-m-paricio.html

•Madresde la Leche http://madresdelaleche.blogspot.com/2012/01/en-apoyo-al-dr-paricio-e-lactanciaorg.html

 •Creciendo con Emma  http://creciendoconemma.blogspot.com/
•Porque mis hijos son mi tesoro (Tesorín Tesorete) http://tesorintesorete.blogspot.com/2012/01/yo-le-debo-mucho.html

Atentamente,

La plataforma de apoyo al Dr. José María Paricio de Denia.

Contacto de prensa:

ClaudiaPariente

646518166

info@entremamas.org

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Tengo artritis reumatoide (AR); me fue diagnosticada a las pocas semanas de nacer mi bebé. Estuve a punto de abandonar mi lactancia, obligada por mi reumatóloga, que me aseguró que tenía que comenzar inmediatamente un tratamiento  incompatible con la lactancia.

Mi hijo tiene casi cuatro años y le dí el pecho hasta hace sólo unos meses, gracias en gran medida a los consejos del Dr. Jose Mª Paricio, Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital de Denia (Alicante) y responsable de una de las webs más importantes para las mamás lactantes: www.e-lactancia.org. (Una base de datos completísima sobre los medicamentos compatibles con la lactancia, referente muncial sobre la compatibilidad medicamentos/lactancia.)

Hoy me he enterado de que el Hospital de Denia ha decidido prescindir de los servicios del Dr. Paricio, de un modo absolutamente arbitrario e injusto. Por eso, desde aquí, mi humilde historia que espero sirva de homenaje al Dr Paricio (como tantas otras historias de mamás y bebés a los que ha ayudado)

Si quieres mostrar tu apoyo al Dr. Paricio, por favor, envía un mensaje a pediatriadenia@gmail.com. Estos mensajes los recibirá el equipo del Dr. Paricio, quienes elaborarán un dossier para presentarlo a la Dirección del Hospital de Denia, solicitando que den marcha atrás en la decisión de cesar a este grandísimo profesional. El cese en cuestión es por cuestiones meramente burocráticas, nada que ver con la capacidad personal y profesional de este gran doctor.

Es probable que hayas oído hablar del Dr. Paricio o de e-lactancia. org. Pero, por si no tienes un motivo claro para apoyarle, te voy a prestar el mío. Esta es la historia de nuestra lactancia, mía y de mi hijo:

Llevo años teniendo dolores articulares con inflamación, de mayor o menor intensidad según la época de mi vida, las tensiones o no, la climatología…

Algunas temporadas fue realmente insoportable (de tener que vestirme otra persona,  porque yo no era capaz ni de agarrar mi propia ropa; salir de la cama a gatas, dejándome caer por el lateral,  porque no sopportabe poner los pies contra el suelo; lavarme el pelo frotándomelo con las muñecas, porque las manos no podía abrirlas… )

Otras épocas fue más llevadero, dopándome con analgésicos (el día de mi boda, nada más hacer las fotos me “bajé” de los tacones y acabé el día en chanclas…)

Después de peregrinar por fisios, traumatólogos y demás familia, me hicieron pruebas reumáticas y dió negativo… Así que me acostumbré a llevarlo, a doparme cuando estaba más dolorida y a seguir adelante con el día a día.

Durante el embarazo estuve perfectamente,  claro; como la AR es una dolencia auotinmune, al inhibirse el sistema inmunitario por el estado de gestación, no hay inflamación, no hay dolor… ¡hacía años que no me sentía tan bien!

Pero a los 15 días de dar a luz… los dolores volvieron con más intensidad :-( y las inflamaciones artículares también.

Pasé unas semanas difíciles, hasta que conseguí instaurar la lactancia, por varios problemas de grietas, perlas de leche, ingurgitaciones… que felizmente quedaron atrás. Pero cuando ya tenía la lactancia bien establecida, llegó la cita con el reumatólogo, y por fin, después de años, un diágnóstico definitivo: Artritis reumatoide.

Mi duende tenía poco más de tres meses por entonces y la doctora me dijo que debía destetarle para
comenzar ¡ya! con el tratamiendo. ¡Qué sensación de impotencia, después de tanto tiempo, y tantas dificultades para dar el pecho a mi bebé, iba a tener que dejarlo enseguida! Me informó del medicamento que me iban a dar (metotrexato) y me citó a tres meses vista.

Como ya conocía la web del Hospital Marina Alta de Denia, consulté y efectivamente el medicamento era Riesgo 3… Descorazonada, comencé a preguntar a todo médico que se me ponía por delante sobre el medicamento en cuestión y sus opiniones sobre este tratamiento.

Y todo el mundo me decía que sí, que era lo mejor para mi dolencia… Así que traté de comenzar a mentalizarme en el destete. Incluso pedí ayuda en un foro para destetar. Y de pronto recibí un consejo “¿por qué no escribes directamente a Marina Alta a ver qué piensan ellos?”

La gran suerte fue escribir ese mail, consultándoles sobre las opciones que podía tener para la AR. Me contestó, a los dos días, el Dr. Paricio directamente, que es el Jefe de Pediatría del hospital. En su mail me confirmama que el metotrexato era riesgo 3 para mi bebé, pero me enumeraba una serie de medicamentos alternativos que podría proponer a mi reumatólogo como tratamiento.

Más animada, acudí a la siguiente cita médica. Le comenté a mi reumatóloga los medicamentos (eludiendo la parte de “internet” de esta historia, para evitar suspicacias) y después de echarme por tierra todos los tratamientos propuestos, finalmente accedió a probar con uno “bajo mi responsabilidad”, porque no era el medicamento más apropiado para la AR.

Para no complicar mucho más la historia, sólo puedo contaros que mi duende tomó el pecho hasta casi los 3 años y medio.  Yo me tomo una pastilla de hidroxicloroquina todas las mañanas, me ayuda a estar muy bien (en todo este tiempo no he tenido ningún episodio agudo) y mi bebé es el más guapo y más listo del mundo :lol: :lol: La hidroxicloroquina pasa a la leche en una cantidad infíma, muchas veces inferior al tratamiento preventivo que le darían a mi bebé si viajáramos a algún país endémico de paludismo, por ejemplo (que le tratarían con este medicamento).

Te pido, por favor, tu apoyo para el Dr. Paricio, para que no nos priven de uno de los referentes en lactancia en este país, de uno de los profesionales que más ha hecho por el vínculo mamá-bebé, por la normalización de la lactancia…

Si quieres mostrar tu apoyo al Dr. Paricio, por favor, envía un mensaje a pediatriadenia@gmail.com. Encontrarás más información el Faceboook, en el grupo En apoyo al Dr. José María Paricio, Hospital del Denia. Te estaremos informando de las acciones que se tomen al respecto. Gracias. Y gracias, Dr. Paricio.

ANEXO1.- MAIL (puedes usar éste o escribir lo que te parezca para apoyar al Dr Paricio)

Estimados señores:

He sabido que van a prescindir de los servicios del Dr. Paricio y quiero hacerles llegar mi profundo descontento por su decisión. El Dr. Paricio es, además de una excelente persona, un gran profesional que ha luchado durante años por la defensa de la lactancia materna, ayudando con su labor a muchas madres y bebés a disfrutar de los beneficios del amamantamiento.

El Hospital de Denia y sus pacientes son los grandes perjudicados por esta decisión, puesto que estoy segura de que el Dr. Paricio encontrará rápidamente un puesto de trabajo en otra institución que sepa valorar sus conocimientos y su experiencia; sin embargo, no dejo de lamentar que profesionales de su altura y cualificación se vean relegados cuando tienen tanto que aportar.

Un saludo,

ANEXO 2.- Firma la petición de Actuable: http://actuable.es/peticiones/en-apoyo-al-dr-jose-maria-paricio-hospital-denia

Editado 27/01/12: El Dr. Jose Mª Paricio ya está despedido. Seguimos recolectando firmas para presentarlas a la Consellería y pedir su readmisión. ¡Gracias a tod@s!

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Publicado originalmente en El Blog de El País La Doctora Shora.

FiebreDurante mucho tiempo, bajar la fiebre ha sido casi un dogma de fe incuestionable en nuestra sociedad y aún lo sigue siendo en muchos ámbitos. Cuando la temperatura del termómetro se eleva, amenazador, por encima de los 37 ºC se convierte automáticamente, para muchos, en dos cosas: En una señal de peligro y en el pistoletazo de salida para rebajarla cuanto antes (con los omnipresentes y socorridos paracetamol e ibuprofeno).

Nuestra cultura muestra una arraigada aversión a la fiebre y, cuando hablamos de padres primerizos, esta aversión puede convertirse en una verdadera fiebrofobia, de la cual son muy conscientes los pediatras. En buena parte, ello se debe a que detrás de la fiebre existen muchos mitos terroríficos que implican, sobre todo, a los más pequeños. El principal mito y que más miedo deja a su paso es el mito de que la fiebre puede provocar un daño cerebral grave e irreversible (algo que no ocurre salvo a temperaturas muy elevadas, por encima de 42º C). El otro mito terrorífico es la supuesta capacidad de la fiebre para provocar graves convulsiones (de producirse, son leves y suelen aparecer con fiebres bajas y, además, el tratamiento de la fiebre no las previene).

Pese a todo lo anterior, entre los profesionales médicos se está extendiendo más y más una posición racional y científica ante el tratamiento de la fiebre, lejos de los miedos sin fundamentos y generalizados en torno a ella. Los estudios clínicos comparativos sobre las ventajas y desventajas de tratar o no la fiebre se incrementan con los años y la información de la que se dispone para actuar es mucho mayor. A la vista de lo que se sabe, ¿se debe o no se debe combatir la fiebre?

Lo primero que debemos tener en cuenta sobre la fiebre es que es un mecanismo de defensa natural, que se produce, casi siempre, en respuesta a una infección en el que los microbichos habituales suelen ser principalmente los virus y, con menor frecuencia, las bacterias. Por tanto, la fiebre en sí misma no tiene por qué ser mala, ni muchísimo menos. De hecho, múltiples estudios constatan que dificulta la proliferación de virus y bacterias y que mejora la respuesta del sistema inmune desde diversos frentes.

¿Podría ser, entonces, que tratar la fiebre fuera, en realidad, peor que no tratarla? Los resultados que están ofreciendo los últimos estudios científicos sobre el tema reflejan que, por lo general, la utilización de tratamientos contra la fiebre no acorta la duración de la enfermedad y que existe, además, el riesgo de efectos adversos. En cuanto a mortalidad, en estudios experimentales con animales, por ejemplo, sabemos que el uso de antitérmicos eleva el riesgo de muerte (en tratamientos contra la gripe y en tratamientos frente a neumonías, entre otros). Sin embargo, son muy pocos los estudios realizados en humanos sobre este aspecto y, desde la comunidad científica médica, se solicitan con urgencia.

De entre los pocos estudios de cierta calidad que podemos encontrar sobre la relación entre antitérmicos y mortalidad, se halla el estudio realizado en la Universidad de Miami sobre 82 pacientes críticos. En él se constató que el grupo de personas que recibía tratamiento contra la fiebre a 38.5 ºC poseía una mortalidad mayor (7 personas) que el grupo de personas que recibía el tratamiento a 40 ºC (1 persona). No es un tamaño de muestra muy grande y es imprescindible que se realicen más estudios como éste con una mayor cantidad de personas pero es, sin lugar a dudas, una razón de peso para replantearse la actuación médica predominante frente a la fiebre.

Así pues, ¿qué hacer ante la fiebre? La postura más clara (planteada por instituciones como el Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica de Estados Unidos), en estos momentos, es que no hay que combatir la fiebre a diestro y siniestro sino en casos puntuales. Como se comenta con frecuencia entre los médicos: «hay que tratar a la persona y no al termómetro» y, así, según las condiciones del paciente pueden o no estar indicados los antitérmicos.

De esta forma, estaría indicado su uso, por ejemplo, en niños con fiebre y evidente malestar general (los que están con fiebre y buen estado no lo necesitarían), cuando se posee una fiebre de 40ºC o superior o de larga duración y en determinados enfermos críticos o crónicos. De rutina, no hay que tener miedo a la fiebre, sino identificar aquello que lo desencadena y actuar con sentido común frente a ello. Aunque como en todo, hay excepciones. Sí que hay 3 casos en el que la presencia de fiebre, por sí sola, puede ser una señal de alarma:

-Fiebre por encima de los 40 ºC en cualquier persona

-Fiebre de 4 o más días de duración en niños.

-Bebé menor de 3 meses con fiebre

En los 2 primeros casos, hay que ir sin demora al médico y, en el caso de fiebre en un bebé menor de 3 meses, acudir corriendo a urgencias.

Para saber más:

La fiebre y sus mitos. Cuándo consultar al pediatra

La fiebre, esa gran desconocida

Los ¿beneficios? de la fiebre

La fiebre

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